Cáncer cervicouterino


¿Qué es el cáncer cervicouterino?
El cáncer cervicouterino se origina en las células del cuello uterino y surge cuando las células comienzan a crecer sin control. El cuello uterino tiene dos partes cubiertas por diferentes tipos de células: el endocérvix (células glandulares) y el exocérvix (células escamosas). El área donde se encuentran estas células se llama zona de transformación, que cambia con la edad y los partos. La mayoría de los cánceres cervicales se originan en esta zona.
Pre cánceres de cuello uterino
Antes de que el cáncer se desarrolle, las células del cuello uterino sufren cambios anormales llamados pre cánceres. Estos cambios se clasifican en:
● CIN1 (displasia leve o SIL de bajo grado): Hay pocos cambios anormales.
● CIN2 y CIN3 (displasia moderada/grave o SIL de alto grado): Más células anormales presentes, siendo el CIN3 el más grave.
No todas las mujeres con cambios precancerosos desarrollarán cáncer. En muchas, los cambios desaparecerán sin tratamiento. Sin embargo, algunos casos evolucionan a cáncer invasivo. El tratamiento de los pre cánceres previene casi todos los casos de cáncer cervical.

Tipos de cáncer de cuello uterino (cervical)
Los cánceres cervicales se clasifican según su aspecto microscópico. Los dos tipos más
comunes son:
1. Carcinoma de células escamosas (9 de 10 casos): Se origina en las células del
exocérvix, principalmente en la zona de transformación, donde el exocérvix se
encuentra con el endocérvix.
2. Adenocarcinoma: Se origina en las células glandulares del endocérvix, que
producen mucosidad.
Menos comunes son los carcinomas adenoescamosos, que combinan características de los dos tipos anteriores. También pueden desarrollarse otros tipos de cáncer, como melanoma, sarcoma y linfoma, aunque estos son más frecuentes en otras partes del cuerpo.

Causas y factores de riesgo
Factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino
Los factores de riesgo son condiciones que aumentan la probabilidad de desarrollar una enfermedad, pero tenerlos no garantiza que se padezca dicha enfermedad. Los factores de riesgo para el cáncer de cuello uterino incluyen:
Factores que se pueden cambiar o evitar:
1. Infección por el Virus del Papiloma Humano (VPH): Es un virus común que se
transmite por contacto sexual. La mayoría de las personas se infectan en algún
momento de su vida, pero no todos desarrollan cáncer de cuello uterino.
2. Actividad sexual a edad temprana: Tener relaciones sexuales a una edad
temprana (antes de los 18 años) o tener muchas parejas sexuales, aumenta el
riesgo de contraer el virus del papiloma humano.
3. Tabaquismo: Fumar aumenta el riesgo al provocar daño en el ADN del cuello
uterino y debilitar el sistema inmunológico.
4. Sistema inmunitario débil: Personas con VIH o que reciben medicamentos
inmunosupresores tienen mayor riesgo.
5. Infección por clamidia: La infección por clamidia puede aumentar el riesgo de
cáncer cervical al favorecer la persistencia del VPH.
6. Uso prolongado de anticonceptivos orales: El riesgo es mayor en mujeres que
toman anticonceptivos orales durante 5 años o más, pero el riesgo disminuye con
el tiempo después de suspenderlos.
7. Embarazos a término: Tener muchos embarazos completos o un primer embarazo
a edad temprana aumenta el riesgo debido a cambios hormonales o mayor
exposición al VPH.
8. Situación económica: Mujeres con acceso limitado a servicios de salud tienen
mayor riesgo por falta de detección y tratamiento.
9. Alimentación deficiente: Dietas bajas en frutas y verduras pueden aumentar el
riesgo.
Factores que no se pueden cambiar:
Factores que podrían reducir el riesgo:
Es importante realizar pruebas de detección periódicas, como el Papanicolaou, especialmente para aquellas con factores de riesgo.

Detección temprana y síntomas
El cáncer de cuello uterino es una enfermedad prevenible, y existen diversas estrategias para reducir el riesgo de desarrollarlo. Las medidas clave incluyen la vacunación contra el
VPH, las pruebas de detección de pre cánceres, la limitación de la exposición al VPH y la no exposición al tabaco.
Principales formas de prevención:
1. Vacunación contra el VPH: La vacuna previene infecciones por los tipos de VPH
más relacionados con el cáncer de cuello uterino, y es más eficaz si se administra
antes de la exposición al virus, especialmente en niños y adolescentes.
2. Detección de pre cánceres: Las pruebas de Papanicolaou y del VPH son
esenciales para identificar cambios precoces en el cuello uterino, lo que permite
tratar estos cambios antes de que se conviertan en cáncer invasivo.
3. Limitar la exposición al VPH: Mantener prácticas sexuales seguras y utilizar
preservativos puede ayudar a reducir el riesgo de infección, aunque no lo elimina
por completo.
Recomendaciones para la prevención y detección temprana del cáncer de cuello uterino:
1. Inicio de las pruebas: Todas aquellas personas que tienen cuello uterino deben
comenzar las pruebas de detección a los 25 años.
2. Pruebas recomendadas: Entre los 25 y 65 años, se deben realizar pruebas del
VPH cada 5 años, o bien una prueba combinada (VPH y Papanicolaou) o solo
Papanicolaou cada 3 años.
3. Después de los 65 años: Las personas con resultados normales en los últimos 10
años y sin antecedentes graves pueden dejar de hacerse las pruebas.
4. Histerectomía: Quienes se hayan sometido a una histerectomía total no necesitan
pruebas de VPH ni Papanicolaou, salvo que haya sido por tratamiento de cáncer o
precáncer.
5. Personas con antecedentes de pre cáncer: Deben continuar con las pruebas
durante al menos 25 años después del diagnóstico.
6. Las personas con mayor riesgo de cáncer de cuello uterino, ya sea por
inmunosupresión (VIH o uso prolongado de esteroides) o exposición al DES
(sustancia química) en el útero, podrían necesitar pruebas de detección más
frecuentes, siguiendo las indicaciones de su equipo de salud.
Síntomas:
Síntomas más comunes / Etapa temprana
Síntomas más comunes / Etapa avanzada
Estos síntomas también pueden deberse a otras condiciones no relacionadas con el cáncer. Es crucial consultar a un médico si se presentan, ya que la detección temprana mejora las probabilidades de tratamiento efectivo.

Tratamientos
Cirugía para el cáncer del cuello uterino
La cirugía para el cáncer de cuello uterino puede servir para diagnosticar, determinar la extensión del cáncer y tratarlo, especialmente en etapas tempranas. Se utilizan diversos procedimientos según la gravedad y el tipo de cáncer:
1. Cirugía para pre cáncer:
o Ablación: destruye el tejido anormal mediante frío o láser.
o Conización: extirpa un fragmento de tejido en forma de cono que incluye zonas de riesgo de cáncer.
2. Cirugía para cáncer invasivo:
o Histerectomía: extirpa el útero y, en algunos casos, otros tejidos cercanos.
o Cervicectomía: extirpa sólo el cuello uterino y parte de la vagina, preservando la capacidad de embarazo en algunos casos.
o Exenteración pélvica: en casos avanzados, extirpa varios órganos pélvicos, incluida la vejiga y el recto.
3. Extirpación de ganglios linfáticos:
o Disección de ganglios linfáticos pélvicos: se retiran ganglios linfáticos para verificar la propagación del cáncer.
o Mapeo y biopsia de ganglio linfático centinela: identifica y extrae los ganglios que probablemente contienen el cáncer, reduciendo efectos secundarios.
o Muestreo de ganglios paraaórticos: procedimiento para analizar ganglios cerca de la aorta durante una histerectomía. Si hay cáncer, se suspende la cirugía y se opta por radioterapia y quimioterapia.
Radioterapia para cáncer de cuello uterino
Utiliza rayos X para destruir células cancerosas y puede ser el tratamiento principal o complementar con otros. Existen dos tipos:
● Radioterapia externa: Dirige rayos desde fuera del cuerpo, generalmente combinada con quimioterapia. Puede causar fatiga, problemas digestivos, irritación de la piel, cistitis por radiación y cambios menstruales.
● Braquiterapia: Dirige material radiactivo dentro o cerca del tumor. Suele combinarse con la radioterapia externa y puede causar irritación vaginal y efectos similares.
Los efectos a largo plazo incluyen sequedad o estenosis vaginal, problemas urinarios, huesos debilitados y linfedema en las piernas.
Quimioterapia para el cáncer de cuello uterino
La quimioterapia utiliza medicamentos que se administran por vía intravenosa u oral y que actúan en todo el cuerpo para eliminar células cancerosas. Puede usarse en los siguientes casos:
1. Tratamiento principal combinado con radioterapia (quimiorradiación).
2. Cáncer avanzado o recurrente.
Terapia de medicamentos dirigidos para el cáncer de cuello uterino
La terapia dirigida emplea medicamentos que atacan proteínas específicas en las células cancerosas, frenando su crecimiento y propagación. Estos medicamentos suelen tener efectos secundarios diferentes a los de la quimioterapia y, en algunos casos, se administran oralmente.
Tipos de terapia dirigida:
1. Inhibidores de la angiogénesis: Bloquean el VEGF, una proteína que fomenta la formación de vasos sanguíneos para los tumores.
2. Conjugados de anticuerpos y medicamentos (ADC): Combinan un anticuerpo monoclonal con quimioterapia para atacar células cancerosas específicas.
La terapia dirigida ofrece una alternativa específica y, en algunos casos, menos invasiva, para tratar el cáncer de cuello uterino avanzado o recurrente.
Inmunoterapia contra el cáncer de cuello uterino
La inmunoterapia utiliza medicamentos para fortalecer el sistema inmunitario y ayudarlo a reconocer y destruir células cancerosas. Entre las opciones destacan los inhibidores de puntos de control inmunitarios, que bloquean proteínas como PD-1 y PD-L1 para
potenciar la respuesta inmune contra el cáncer.
La inmunoterapia ofrece nuevas posibilidades para el tratamiento del cáncer de cuello uterino avanzado o recurrente.
Datos importantes en Chile
NÚMERO | RANKING | PROP (X 100.000) | |
---|---|---|---|
NUEVOS CASOS | 1.559 | 12 | N/A |
MUERTE | 825 | 11 | N/A |
PREVALENCIA (5 AÑOS) | 5.376 | N/A | 55.1 |
La enfermedad se manifiesta principalmente entre los 30 y 50 años, pero puede afectar a mujeres de cualquier edad.
- En Chile mueren más de 800 mujeres cada año debido al cáncer cervicouterino, siendo la cuarta causa de muerte más frecuente por esta patología.
- El Segundo Informe Nacional de Vigilancia de Cáncer en Chile calculó en un 90,1% la sobrevida de las pacientes de entre 30 y 49 años, después de un año de finalizar el tratamiento por cáncer cervicouterino.
- Solo el 60% de las mujeres chilenas se someten a exámenes periódicos de Papanicolau, y la cobertura de vacunación contra el VPH se ha estancado en ciertos grupos, especialmente en adolescentes de sectores más vulnerables.
- La vacuna con el VPH es gratuita y el Ministerio de Salud la aplica a los niños y niñas de cuarto y quinto básico.
- El 99% de los casos de cáncer cervicouterino está relacionado con la adquisición del Virus de Papiloma Humano (VPH).
- El cáncer de cuello uterino pasó a ser la segunda causa de muerte en la población femenina de entre 20 y 44 años, con más de 600 defunciones anuales según datos del Departamento de Estadísticas e Información en Salud del Minsal.