Cáncer de esófago


¿Qué es el cáncer de esófago?
El cáncer de esófago comienza cuando las células del revestimiento del esófago crecen descontroladamente. Puede originarse en cualquier parte de este conducto que conecta la garganta con el estómago.
El esófago es un conducto muscular de aproximadamente 25-33 cm de largo. Conecta la garganta con el estómago y cuenta con:
Esfínter esofágico superior: Regula el paso de alimentos y líquidos.
Unión gastroesofágica (GE): Controlada por el esfínter esofágico inferior, que evita el reflujo de ácido.
Estructura de la pared del esófago:
Mucosa: Capa interna, donde suelen originarse los cánceres en el epitelio.
Submucosa: Alberga vasos sanguíneos, nervios y glándulas mucosas.
Muscularis propia: Músculo que empuja el alimento hacia el estómago.
Adventicia: Capa externa de tejido conectivo.
El cáncer comienza en la mucosa y puede extenderse hacia capas más profundas.

Tipos de cáncer de esófago
Carcinoma de células escamosas
Se origina en las células escamosas de la mucosa del esófago. Más común en el esófago cervical y los dos tercios superiores del tórax.
Adenocarcinoma
Surge de células glandulares que producen mucosidad. Frecuente en el tercio inferior del esófago.
Tumores de unión gastroesofágica (GE)
Adenocarcinomas que afectan la unión entre el esófago y el estómago. Su comportamiento y tratamiento se asemejan al del cáncer de esófago.
Cánceres poco frecuentes
Incluyen linfomas, melanomas y sarcomas, aunque son muy raros.

Causas y factores de riesgo
Un factor de riesgo aumenta la probabilidad de desarrollar esta enfermedad, aunque no siempre garantiza su aparición. Algunos son modificables (como fumar), mientras que otros, como la edad o antecedentes familiares, no lo son.
Principales factores de riesgo
Edad: Más frecuente en personas mayores de 55 años.
Género: Los hombres tienen mayor riesgo.
Tabaco y alcohol: Fumar y beber incrementan el riesgo, especialmente en combinación.
Reflujo gastroesofágico y esófago de Barrett: El daño por reflujo ácido aumenta el riesgo de adenocarcinoma.
Obesidad: Relacionada con adenocarcinoma del esófago.
Alimentación: Dietas ricas en frutas y verduras pueden disminuir el riesgo; consumir líquidos muy calientes podría aumentarlo.
Actividad física: Reduce el riesgo de adenocarcinoma.
Acalasia y tilosis: Enfermedades que afectan la función o estructura del esófago.
Síndrome Plummer-Vinson: Puede provocar cáncer de células escamosas.
Lesiones químicas: Quemaduras por lejía aumentan el riesgo.
Antecedentes de otros cánceres: Como pulmón o garganta.
Virus del Papiloma Humano (VPH): Poco común como causa en cáncer de esófago.
La prevención implica evitar factores modificables y realizar chequeos médicos en casos de afecciones esofágicas.
¿Qué causa el cáncer de esófago?
El cáncer de esófago se produce por cambios en el ADN de las células del revestimiento esofágico. Factores de riesgo como el consumo de tabaco, alcohol, reflujo gastroesofágico, esófago de Barrett y otras afecciones pueden dañar el ADN y contribuir a su desarrollo. Estos cambios activan oncogenes o desactivan genes supresores de tumores, generando un crecimiento celular descontrolado.
Existen dos tipos de mutaciones genéticas relacionadas con el cáncer de esófago:
Hereditarias: Poco frecuentes y presentes en todas las células, como las asociadas al síndrome de Bloom, anemia de Fanconi o el esófago de Barrett familiar.
Adquiridas: Las más comunes, ocurren a lo largo de la vida debido a la exposición a factores de riesgo, sin ser transmitidas a la descendencia.
Aunque se han identificado algunas mutaciones genéticas específicas, la mayoría de los casos de cáncer de esófago son el resultado de múltiples cambios genéticos acumulados.

Detección temprana y síntomas
No se recomiendan pruebas de detección para el público general debido a la falta de evidencia de que reduzcan la mortalidad por cáncer de esófago en personas con riesgo promedio. Sin embargo, las personas con alto riesgo, como aquellas con esófago de Barrett o síndromes hereditarios, requieren un seguimiento más cercano.
Esófago de Barrett: Se recomienda realizar endoscopias superiores regulares para detectar displasia (células precancerosas) o cáncer temprano. La frecuencia depende de la gravedad de las anomalías encontradas. En casos de displasia de alto grado, se puede sugerir tratamiento, como cirugía o terapias endoscópicas.
Síndromes hereditarios: Las personas con antecedentes familiares o condiciones genéticas específicas deben considerar endoscopias a partir de los 20 o 40 años, dependiendo del síndrome.
El seguimiento regular y el tratamiento precoz pueden prevenir algunos cánceres de esófago o detectarlos en etapas iniciales, mejorando las posibilidades de éxito en el tratamiento.
Síntomas:
Signos y síntomas del cáncer de esófago | (*suele diagnosticarse en etapas avanzadas, ya queen ocasiones, no presenta síntomas iniciales) |
Problemas para tragar (disfagia): | Dificultad progresiva para tragar alimentos sólidos y, eventualmente, líquidos. Puede provocar acumulación de saliva y cambios en la dieta hacia alimentos más blandos o líquidos. |
Dolor en el pecho: | Sensación de presión, ardor o dolor al tragar (odinofagia). A menudo se confunde con acidez u otros problemas no relacionados. |
Pérdida de peso involuntaria: | Debido a dificultades para comer, pérdida de apetito y metabolismo acelerado por el cáncer. |
Otros síntomas: | Ronquera, tos crónica, vómitos, sangrado en el esófago (que puede causar heces negras y anemia) y dolor en huesos si el cáncer se ha diseminado. |
Aunque estos síntomas pueden tener otras causas, es importante consultar a un médico si se presentan, especialmente si existe dificultad al tragar.

Tratamientos
Tratamientos locales para el cáncer de esófago
Los tratamientos locales se enfocan en el tumor sin impactar el resto del cuerpo. Son más efectivos en etapas tempranas, pero también se utilizan en otros casos.
Cirugía
La cirugía es un tratamiento local que puede curar el cáncer en etapas tempranas extirpando el esófago afectado y tejido circundante. A menudo, se combina con quimioterapia y/o radioterapia.
Tipos de cirugía:
Esofagectomía:
Remoción parcial o total del esófago, y en algunos casos, parte del estómago.
Reconexión del esófago al estómago o uso de una sección del intestino si es necesario.
Extirpación de ganglios linfáticos: Para detectar si el cáncer se ha propagado.
Cirugía paliativa: Procedimientos menores para aliviar síntomas, como la colocación de sondas de alimentación.
Radioterapia para cáncer de esófago
La radioterapia usa rayos de alta energía para destruir células cancerosas y generalmente se combina con otros tratamientos, como la quimioterapia (quimio radiación) o cirugía, dependiendo de la etapa y necesidades del paciente.
Usos de la radioterapia:
Tratamiento principal: Con quimio radiación, especialmente en pacientes no aptos para la cirugía.
Neoadyuvante: Antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor.
Adyuvante: Después de la cirugía para eliminar células cancerosas remanentes.
Paliativo: Aliviar síntomas de cáncer avanzado (dolor, dificultad para tragar, sangrado).
Tratamientos endoscópicos para el cáncer de esófago
Existen varios tratamientos endoscópicos para el cáncer de esófago, que se utilizan dependiendo de la etapa del cáncer y el objetivo del tratamiento, ya sea curativo o paliativo.
Resección endoscópica de la mucosa (EMR): Se utiliza para displasia o cánceres muy iniciales, consistiendo en la eliminación del revestimiento del esófago con un endoscopio. Puede causar sangrado, constricciones o perforaciones, aunque estos efectos son poco frecuentes.
Terapia fotodinámica (PDT): Utiliza un medicamento activado por luz para destruir células cancerosas superficiales. Es útil en cánceres pequeños o para mejorar la deglución en cánceres grandes, pero puede causar inflamación y constricciones, y requiere precaución con la exposición a la luz.
Ablación por radiofrecuencia: Se usa para tratar displasia en el esófago de Barrett, destruyendo las células anormales mediante calor. Requiere medicamentos para bloquear el ácido estomacal y seguimiento regular con endoscopias.
Tratamientos paliativos para mantener abierto el esófago:
Ablación con láser: Destruye el cáncer mediante un rayo láser, útil para mejorar la deglución, aunque el cáncer puede reaparecer.
Coagulación con plasma de argón: Utiliza gas de argón y una chispa para eliminar obstrucciones, similar a la ablación con láser.
Electrocoagulación: Usa corriente eléctrica para quemar el tumor y aliviar bloqueos.
Endoprótesis esofágica (stent): Un dispositivo que se coloca en el esófago para mantenerlo abierto, facilitando la deglución, y a menudo se usa junto con otros tratamientos.
Datos importantes en Chile
NÚMERO | RANKING | PROP (X 100.000) | |
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NUEVOS CASOS | 844 | 19 | N/A |
MUERTE | 759 | 12 | N/A |
PREVALENCIA (5 AÑOS) | 944 | N/A | 4.9 |
Global Cancer Observatory, 2022
El cáncer de esófago es más frecuente en hombres.
En Chile, el cáncer de esófago tiene un alto índice de mortalidad en personas mayores de 80 años. En 2022, se diagnosticaron 844 casos nuevos y 759 personas fallecieron por esta enfermedad.
La proporción de adenocarcinomas en esofagectomías ha aumentado en los últimos años.