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Cáncer de hígado




¿Qué es el cáncer de hígado?


El cáncer de hígado se origina en las células del hígado cuando estas comienzan a crecer de manera descontrolada. Este órgano, el más grande del cuerpo, se encuentra bajo las costillas del lado derecho y tiene funciones vitales, como:

  1. Procesamiento de nutrientes: Almacena y transforma nutrientes absorbidos por el intestino para generar energía y reparar tejidos.

  2. Producción de factores de coagulación: Previene hemorragias excesivas.

  3. Secreción de bilis: Ayuda en la digestión y absorción de grasas.

  4. Eliminación de toxinas: Descompone alcohol, medicamentos y desechos tóxicos para su excreción.

El hígado contiene varios tipos de células, como hepatocitos, células de los vasos sanguíneos y de los conductos biliares, lo que permite la formación de diversos tumores malignos y benignos, cada uno con causas, tratamientos y pronósticos distintos.


Tipos de cáncer y tumores en el hígado



Cáncer de hígado primario

  1. Carcinoma hepatocelular (HCC): Es el tipo más común en adultos. Puede crecer como un único tumor o como múltiples nódulos, especialmente en personas con cirrosis. Un subtipo, el fibrolamelar, es poco frecuente y tiene mejor pronóstico.

  2. Colangiocarcinoma intrahepático: Representa entre el 10% y el 20% de los casos primarios. Afecta los conductos biliares dentro del hígado y su tratamiento es similar al HCC.

  3. Angiosarcoma y hemangiosarcoma: Cánceres raros que se originan en vasos sanguíneos del hígado. Crecen rápidamente y son difíciles de tratar.

  4. Hepatoblastoma: Cáncer infantil raro, común en menores de 4 años, que responde bien a cirugía y quimioterapia si no se ha diseminado.


Cáncer de hígado secundario (metastásico):

Más frecuente que el cáncer primario en occidente, se origina en otros órganos como el colon, pulmón o mama y se propaga al hígado. Se trata según el área de origen del cáncer.

Tumores benignos del hígado:

  1. Hemangioma: El más común, originado en vasos sanguíneos. Generalmente no requiere tratamiento.

  2. Adenoma hepático: Crece a partir de hepatocitos. Puede causar síntomas o complicaciones como hemorragia y tiene un bajo riesgo de malignidad. Se recomienda extirparlo si es posible.

  3. Hiperplasia nodular focal (FNH): Similar a un tumor, pero benigno. Puede confundirse con cáncer y, en ocasiones, se extirpa por diagnóstico incierto.

Causas y factores de riesgo



Factores de riesgo principales



  1. Sexo y etnia: Más común en hombres. En EE. UU., las tasas más altas son en asiáticos/isleños del pacífico, seguidos por latinos y afroamericanos.

  2. Hepatitis crónica (B y C): Principal causa a nivel mundial, asociada a cirrosis. El riesgo aumenta con el consumo excesivo de alcohol.

  3. Cirrosis: Daño hepático que incrementa significativamente el riesgo. Causada por alcoholismo, hepatitis, hígado graso no alcohólico y enfermedades autoinmunes.

  4. Obesidad y diabetes tipo 2: Aumentan el riesgo debido a enfermedades como hígado graso y cirrosis.

  5. Factores genéticos y hereditarios: Incluyen hemocromatosis, enfermedad de Wilson y otras enfermedades metabólicas raras.

  6. Exposición a sustancias tóxicas: Aflatoxinas (en alimentos contaminados), cloruro de vinilo, dióxido de torio y esteroides anabólicos.

  7. Consumo de alcohol y tabaco: El alcohol es una de las principales causas de cirrosis; fumar también aumenta el riesgo.


Factores que podrían reducir el riesgo


  • Vacunación contra hepatitis B: Previene infecciones crónicas por el virus.

  • Tratamiento de hepatitis viral: Reduce la progresión hacia cirrosis y cáncer.

  • Aspirina: Algunos estudios sugieren que podría reducir el riesgo, aunque se requiere más investigación.


Consideraciones importantes:

Tener factores de riesgo no garantiza desarrollar la enfermedad, y algunas personas con cáncer de hígado no presentan factores conocidos.


¿Qué causa el cáncer de hígado?


El cáncer de hígado surge debido a cambios en el ADN de las células hepáticas, los cuales activan oncogenes (que promueven el crecimiento celular) o desactivan genes supresores de tumores (que controlan la división celular y reparan daños).

Factores que dañan el ADN:

  1. Aflatoxinas: Químicos que dañan genes como el TP53, cuya función es evitar el crecimiento celular descontrolado.

  2. Virus de hepatitis (B y C): Pueden alterar el ADN de las células hepáticas al integrarse en él, activando oncogenes.

El desarrollo del cáncer de hígado involucra múltiples factores y genes. Comprender mejor estos procesos permitirá avances en la prevención y el tratamiento de la enfermedad.



Detección temprana y síntomas



¿Se puede descubrir el cáncer de hígado en sus primeras etapas?

Detectar el cáncer de hígado en etapas iniciales es complejo, ya que los síntomas suelen aparecer en fases avanzadas y los tumores pequeños son difíciles de detectar físicamente. No existen pruebas de detección para personas con riesgo promedio, pero se recomiendan para individuos con alto riesgo, como aquellos con cirrosis, hemocromatosis hereditaria o infecciones crónicas por hepatitis B.

Pruebas recomendadas:

  • Cada 6 meses:

    • Análisis de sangre para alfafetoproteína (AFP).

    • Ecografías.


Signos y síntomas del cáncer de hígado


El cáncer de hígado generalmente no muestra síntomas en etapas iniciales, pero pueden manifestarse en fases avanzadas. Si se presentan, es importante consultar a un médico para determinar la causa y recibir tratamiento oportuno.

Síntomas comunes:

  • Generales: pérdida de peso, falta de apetito, náuseas, vómitos, sensación de llenura al comer poco.

  • Dolor y aumento de volumen: hígado o bazo agrandados, dolor abdominal o cerca del omóplato derecho, hinchazón abdominal.

  • Cambios visibles: ictericia (piel y ojos amarillos), venas visibles en el abdomen, picazón.

  • Otros: fiebre, sangrado o moretones anormales.

Efectos hormonales del tumor:

  • Hipercalcemia: náuseas, confusión, debilidad.

  • Hipoglucemia: fatiga o debilidad.

  • Ginecomastia o reducción testicular en hombres.

  • Eritrocitosis: enrojecimiento.

  • Altos niveles de colesterol.

Los pacientes con hepatitis crónica o cirrosis pueden notar síntomas sutiles o cambios en pruebas de laboratorio, como niveles de alfafetoproteína (AFP).


Tratamientos



Los tipos de tratamiento para el cáncer de hígado incluyen:


Cirugía para el cáncer de hígado


Opciones quirúrgicas principales:

  1. Hepatectomía parcial:

    • Se extirpa parte del hígado.

    • Indicada en pacientes con buena función hepática y un tumor único sin invasión de vasos sanguíneos.


  1. Trasplante de hígado:

    • Se reemplaza el hígado afectado por uno sano (de donante fallecido o vivo).

    • Ideal para tumores pequeños o no resecables y reduce el riesgo de cáncer recurrente.

Consideraciones importantes:

  • Los pacientes con cirrosis severa o función hepática limitada no suelen ser candidatos para la hepatectomía.

  • En espera de un trasplante, pueden usarse tratamientos como ablación o embolización para controlar el cáncer.


Ablación para el cáncer de hígado


Descripción y usos:

  • La ablación destruye tumores en el hígado sin extirparlos, siendo una opción para pacientes con pocos tumores pequeños o aquellos que no pueden someterse a cirugía.

  • Se recomienda para tumores menores de 3 cm y, en ocasiones, para tumores de hasta 5 cm combinada con embolización.

  • También es útil como tratamiento provisional para quienes esperan un trasplante de hígado.

Métodos principales:

  1. Ablación por radiofrecuencia: Usa ondas de radio para calentar y destruir las células cancerosas.

  2. Ablación por microondas: Emplea energía electromagnética para destruir el tumor mediante calor.

  3. Crioablación (crioterapia): Congela y destruye el tumor usando gases muy fríos.

  4. Ablación con etanol: Inyección directa de alcohol concentrado para dañar las células tumorales.



Terapia de embolización para el cáncer de hígado


Descripción y usos:

La embolización consiste en inyectar sustancias en la arteria hepática para bloquear o reducir el flujo de sangre al tumor, afectando principalmente las células cancerosas sin dañar significativamente las células normales del hígado, que se alimentan de la vena porta.

  • Es adecuada para pacientes con tumores grandes (más de 5 cm) que no pueden ser extirpados quirúrgicamente y con función hepática adecuada.

  • Puede combinarse con ablación y no requiere hospitalización en la mayoría de los casos.

Tipos principales:

  1. Embolización transarterial (TAE):Bloquea la arteria hepática con partículas, privando al tumor de oxígeno y nutrientes.

  2. Quimioembolización transarterial (TACE):Combina quimioterapia local administrada a través de un catéter y el bloqueo de la arteria, permitiendo que el medicamento actúe directamente en el tumor.

  3. Quimioembolización con esferas que liberan medicamentos (DEB-TACE):Utiliza partículas que liberan quimioterapia lentamente cerca del tumor, aumentando su eficacia.

Radioembolización (RE):


Inyecta microesferas radiactivas (itrio-90) en la arteria hepática, que emiten radiación localizada al tumor durante varios días.


Radioterapia para el cáncer de hígado


Descripción y usos:

La radioterapia utiliza rayos X o partículas de alta energía para destruir células cancerosas. Es útil para:

  • Tumores no operables o no tratables con ablación o embolización.

  • Cáncer hepático avanzado que se ha diseminado a huesos o cerebro.

  • Alivio del dolor por tumores grandes o trombos tumorales que bloquean la vena porta.


Terapia de medicamentos dirigida para el cáncer de hígado


Descripción y beneficios:

Los medicamentos de terapia dirigida combaten cambios específicos en las células cancerosas, siendo más efectivos y con efectos secundarios diferentes a la quimioterapia convencional. Son útiles para tratar cáncer de hígado avanzado o no operable, incluso si se ha propagado a otras áreas del cuerpo.

Tipos de terapia dirigida:

  1. Inhibidores de cinasas:

    • Bloquean proteínas que estimulan el crecimiento tumoral y la formación de nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis).

  2. Anticuerpos monoclonales (Inhibidores de angiogénesis):

    • Atacan proteínas como VEGF para frenar la formación de vasos sanguíneos.

Administración:

  • Inhibidores de cinasas: Oral (pastillas).

  • Anticuerpos monoclonales: Infusión intravenosa cada 2-3 semanas.

Este enfoque ofrece opciones adicionales para pacientes con cáncer de hígado avanzado o resistente a otros tratamientos.


Inmunoterapia para el cáncer de hígado


La inmunoterapia utiliza medicamentos que estimulan el sistema inmunitario para atacar las células cancerosas. Es útil en casos de cáncer de hígado avanzado o no operable.

Tipos de inmunoterapia:

1. Inhibidores de PD-1 y PD-L1:

  • Función: Bloquean las proteínas PD-1 y PD-L1 que ayudan a las células cancerosas a evadir el sistema inmunitario.

  • Administración: Infusión intravenosa cada 2-6 semanas.

2. Inhibidores de CTLA-4:

  • Función: Bloquean la proteína CTLA-4 en células T, aumentando la respuesta inmunitaria.

  • Administración: Infusión intravenosa cada 3-4 semanas.

Efectos secundarios:

  • Comunes: Cansancio, fiebre, náuseas, picazón, pérdida de apetito, y molestias gastrointestinales.

  • Graves:

    • Reacciones a la infusión: Fiebre, escalofríos, erupciones, dificultad para respirar.

    • Reacciones autoinmunes: Posibles daños graves en pulmones, hígado, intestinos, riñones u otros órganos.

    • Manejo: Suspensión del tratamiento y uso de corticosteroides en casos severos.

La inmunoterapia representa un avance prometedor para pacientes con cáncer de hígado avanzado, con resultados que pueden incluir reducción tumoral o desaceleración de su crecimiento.


Quimioterapia para el cáncer de hígado


La quimioterapia utiliza medicamentos para destruir células cancerosas. Es una opción cuando el cáncer no es operable, no responde a terapias locales o la terapia dirigida no es efectiva.

Tipos de quimioterapia:

1. Quimioterapia sistémica:

  • Administración: Por vía intravenosa (IV) o vía oral, alcanzando todo el cuerpo.

  • Ciclos: Tratamientos seguidos de periodos de descanso, adaptados al paciente.

2. Quimioterapia regional:

  • Infusión en la arteria hepática (HAI):

    • Medicamentos dirigidos directamente al hígado, reduciendo efectos secundarios sistémicos.

    • Uso de una bomba implantada quirúrgicamente para liberar medicamentos.

    • Indicada para tumores grandes no operables.

Efectos secundarios:

Los medicamentos afectan células que se dividen rápidamente, provocando:

  • Comunes: Caída del cabello, náuseas, diarrea, úlceras en la boca, pérdida de apetito, fatiga, mayor riesgo de infecciones, sangrados o moretones.

  • Específicos: Varían según el medicamento utilizado.

Consideraciones:

  • Los efectos secundarios suelen ser temporales y tratables.

  • Es importante informar cualquier efecto secundario para ajustar el tratamiento si es necesario.

Aunque la quimioterapia tiene limitaciones en su eficacia para el cáncer de hígado, puede ser útil en casos seleccionados, especialmente con métodos regionales como la HAI.



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